miércoles, 21 de agosto de 2013

Visita a la abuela

A veces no se necesita pensar mucho en una idea... A veces sólo llega; una chispa, un relámpago dentro de la cabeza (o en el mismísimo corazón), con el cual no se quiere, es más: es imposible discutir. Y si bien esto se da después de bastantes años dedicados al estudio, a la práctica de la pintura, no hay otra forma de describir esos instantes mágicos en los que uno sólo sabe que aquello que acaba de ver es justamente lo que buscaba, aquel nuevo mundo que tiene la responsabilidad de crear.
Y así fue como nació "Visita a la abuela", un momento fugaz en donde tantos años vividos en la siempre memorable casa de los abuelos, se reunieron en un cuarto lleno del sol de la tarde, en el que "vi traquear" las tablas del piso, en el que mis propios tenis desordenados llevaban un poco la contraria a esa pulcritud lustrada a punta de cera con betún de mi abuela.
Queda en manos de quien observe la pintura decidir si su carácter es más bien simbólico, viendo así en los objetos la representación de los nietos y los abuelos en general, o sentir latentes presencias  que han abandonado por un rato la estancia, pero que se adivinan cercanas e, incluso, próximas a volver.


"Visita a la abuela"  Óleo sobre lienzo, 70 x 100 cm. 2013.

No hay comentarios:

Publicar un comentario