lunes, 18 de enero de 2016

En el taller

Momentos cotidianos que se transforman en imágenes que simplemente no podemos dejar escapar... Él es santiago, uno de mis estudiantes en mi taller de pintura. Una tarde, los vecinos decidieron acelerar un motor y nos inundaron de humo. Tuvimos que cerrar todas las ventanas. Al terminar la algarabía de los mecánicos, Santiago se asomó con cierta cautela por una de las ventanas y descubrimos que afuera brillaba un potente sol... El instante en que abre la ventana se me antoja lleno de colores y luces para recordar y él lo protagoniza con toda la sencillez y poder de la infancia. No había otro camino: la pintura era mi única respuesta.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Visita a la abuela

A veces no se necesita pensar mucho en una idea... A veces sólo llega; una chispa, un relámpago dentro de la cabeza (o en el mismísimo corazón), con el cual no se quiere, es más: es imposible discutir. Y si bien esto se da después de bastantes años dedicados al estudio, a la práctica de la pintura, no hay otra forma de describir esos instantes mágicos en los que uno sólo sabe que aquello que acaba de ver es justamente lo que buscaba, aquel nuevo mundo que tiene la responsabilidad de crear.
Y así fue como nació "Visita a la abuela", un momento fugaz en donde tantos años vividos en la siempre memorable casa de los abuelos, se reunieron en un cuarto lleno del sol de la tarde, en el que "vi traquear" las tablas del piso, en el que mis propios tenis desordenados llevaban un poco la contraria a esa pulcritud lustrada a punta de cera con betún de mi abuela.
Queda en manos de quien observe la pintura decidir si su carácter es más bien simbólico, viendo así en los objetos la representación de los nietos y los abuelos en general, o sentir latentes presencias  que han abandonado por un rato la estancia, pero que se adivinan cercanas e, incluso, próximas a volver.


"Visita a la abuela"  Óleo sobre lienzo, 70 x 100 cm. 2013.

martes, 13 de agosto de 2013

Esa esquina me da miedo...

Eran como las siete de la noche. Acompañada de dos amigas, caminábamos rumbo a la casa de una de ellas por las calles de Pereira, Risaralda, Colombia. de pronto y yo sin saber cómo llegamos allí (pues vivo en Santa Rosa de Cabal) nos encontramos en una calle azarosa, desconocida para mi, en la que me sentí desamparada y asustada... No era para nada bonita y en una esquina aquella casa vetusta, de arquitectura bastante similar a la mía, pero que me sugería todo, menos la amabilidad de mi hogar. Pasamos rápido, todos aquellos pensamientos duraron si mucho, un minuto y olvidé el asunto.
Pero dos años después volvía a pasar por allí. Era de noche otra vez, pero en esta ocasión iba con mis padres; no sé si hay una parte de esa sensación de sentirse infaliblemente protegido por los papás de la infancia se quedó arraigada en mí, pero lo cierto, es que ya no sentí el mismo miedo de la ocasión anterior y me decidí a captar aquella roída casa para después pintarla. Contra los peligros latentes -y mucho más reales- que se presentían en los alrededores (pues era bastante tarde en la noche), logré obtener una imagen algo brumosa de la que después emergería la pintura "Esa esquina me da miedo" del año 2013.


"Esa esquina me da miedo", óleo sobre lienzo 25 x 35 cm, 2013.

sábado, 10 de agosto de 2013

Espacios interiores

Espacios que miramos y nos recuerdan algo... Espacios por los que caminamos cada que inicia nuestro día, la renovación se da en esos lugares... Otros tantos espacios como un flash que ilumina por un segundo nuestro cerebro, aparecen depronto, irrumpiendo con toda la fuerza del recuerdo de lo imaginado. Un lugar de la casa, tan cotidiano y tan distinto cada día que pasa y otro lugar visto sólo en la cabeza. Lugares, lugares como testimonios de una cultura que cambia, que muda pieles, que entrona a su amaño en los lugares menos sagrados a los ídolos de siempre, que se olvida a veces de darse un respiro, de leer un buen libro, de la misma manera en que olvida un paraguas por ahí.


"Sol". Óleo sobre lienzo, 50 x 70 cm. 2012 - 2013. La idea de un Dios que ha cambiado de trono y apartado de su luz tradicionalmente concebida como corona, que ahora baña con mucha menos solemnidad la sala de un hogar promedio.


"La oficina". Óleo sobre lienzo, 50 x 70 cm, 2013. Una oficina imaginaria, en la que se hace latente de todas formas la presencia de alguien que está cerca. Queda en manos del espectador el decidir si ese alguien volverá pronto, o no.

lunes, 5 de agosto de 2013

Caballeros en lo suyo

"En el año de 2012 he estado observando con especial atención por medio de fotos -a veces- las gestualidades de algunos caballeros (mi papá y dos conocidos). El aire de madurez, de concentración, el sello personal se deja ver en sus maneras de moverse, de sentarse... Es como si parte de sus tantas historias se vieran reflejadas en esas actividades tan normales y a las vez tan significativas, como hacer el crucigrama o tomarse un tinto... Una vida que se narra en una sola mirada, en la manera de fumar un cigarrillo, o de sentarse y tomar un lapicero".
      -Catalina Hoyos Pérez-
                 


"Don Gonzalo Uribe", Óleo sobre lienzo, 25 x 35 cm. 2012.


Papá haciendo el crucigrama. Óleo sobre lienzo, 20 x 30 cm (Aprox), 2012 - 2013.


"Don Jaime Lema" Óleo sobre lienzo, 20 x 30 cm, 2012.

jueves, 16 de febrero de 2012

El objeto cotidiano en el arte

¿Por qué no fijarse un momento en aquellos "cacharros" que acompañan el día a día? Ellos dan contexto, crean un escenario en donde la vida y la historia personal se van forjando. Dibujarlos y pintarlos no significa rendirles un culto exagerado, ni siquiera rendirles culto. Es sólo una mirada que se posa tranquilamente en aquello que le rodea sin buscar más que la representación de esto sin afanes de discursos que finalmente se construyen como un significado que sobra, pues el arte, la imagen, dirá todo por si misma.

                                        "El clóset de Lucy" (Acrílico sobre lienzo, 50 x 70 cm).

"delantal" (Acrílico sobre lienzo, 50 x 70 cm).  
"Donde se cuelgan las escobas" (Acrílico sobre lienzo, 50 x 70 cm).

"La silla" (Acrílico sobre lienzo, 50 x 70 cm).
                                         
                                             "Caballete" (Acrílico sobre lienzo, 50 x 70 cm).
 "Ropa colgada" (Acrílico sobre lienzo, 50 x 70 cm).


 "En la mañana"   (Acrílico sobre lienzo, 50 x 70 cm).



                                          "Caja de zapatos"   (Acrílico sobre lienzo, 50 x 70 cm). 

                                                  "Pocho"  (Acrílico sobre lienzo, 50 x 70 cm).
                                                           
                                           "Número 10"  (Acrílico sobre lienzo, 50 x 70 cm).


martes, 12 de julio de 2011

El retrato

Cada persona es única... De esta misma manera no hay ni ojos, ni gestos, ni pensamientos iguales... Inclusive hay diferencias entre nuestros propios aspectos: no tenemos un dedo igual a otro, ni nuestras orejas, o nuestras cejas, por ejemplo, son iguales. está demás decir que lo mismo pasa con el carácter... Es el retrato una forma de atrapar en el tiempo los instantes que hacen ser a cada quién lo que es. Y si bien los cánones son importantes, ellos no deben dejar a un lado la singularidad, entendiéndola como aquello que hace de cada persona un universo completo y distinto de los demás.

Don Hernando Ramírez, acuarela y pastel sobre papel.

(Retrato de mamá) Óleo y laminilla de oro sobre tabla (20 x 25 cm.) 2010

(Juán Andrés) Óleo y laminilla de oro sobre tabla. (18 x 23 cm.) 2010

(Juán David) Óleo y laminilla de oro sobre tabla. (20 x 25 cm.) 2010