Y así fue como nació "Visita a la abuela", un momento fugaz en donde tantos años vividos en la siempre memorable casa de los abuelos, se reunieron en un cuarto lleno del sol de la tarde, en el que "vi traquear" las tablas del piso, en el que mis propios tenis desordenados llevaban un poco la contraria a esa pulcritud lustrada a punta de cera con betún de mi abuela.
Queda en manos de quien observe la pintura decidir si su carácter es más bien simbólico, viendo así en los objetos la representación de los nietos y los abuelos en general, o sentir latentes presencias que han abandonado por un rato la estancia, pero que se adivinan cercanas e, incluso, próximas a volver.
"Visita a la abuela" Óleo sobre lienzo, 70 x 100 cm. 2013.